la reforma de subcontratación no prohíbe el outsourcing, sino que lo regula, pues aún se pueden seguir tercerizando servicios especializados, no obstante, lo que está prohibido es la subcontratación de personal, esto con el fin de garantizar buenas condiciones laborales para los trabajadores.
Pero el outsourcing también es positivo para los trabajadores. Se ha convertido en una herramienta que ayuda a contrarrestar el desempleo, dando oportunidad a personal calificado de integrarse al mercado laboral sin importar su sexo o edad.
Según el último Censo Económico del Inegi, México cuenta con casi cinco millones de trabajadores subcontratados, que representan el 17.3% de la fuerza laboral, recuerda el analista. El porcentaje, que se duplicó en la última década, es mayor en sectores como el bancario, con un 41% de personal subcontratado, o los medios de comunicación, con un 39%.
Definitivamente, el outsourcing beneficia al mercado laboral, afirma el analista. No es sostenible para las empresas mantener ciertos puestos de trabajo si no tienen suficientes ingresos, eso las conduciría a la bancarrota y ya no sólo se perderían los empleos temporales, sino todos los demás.
“Las empresas no dejan de contratar personal por perversidad o codicia, sino porque la actividad les van marcando las necesidades en este sentido. Por ejemplo, en el actual escenario de crisis sanitaria, del que todavía no salimos, muchas empresas han visto caer sus ventas y no pueden conservar el número de empleados que tenían antes de la epidemia”.
En resumen, la generación de empleo a través del outsourcing permite cerrar la brecha entre la oferta y demanda de trabajo. Además, fomenta la diversidad e inclusión en el mercado laboral acercando talento a las ofertas de los empleadores y permite a las empresas concentrarse en el corazón de su negocio mientras se les acerca el talento adecuado, por el tiempo que se requiere, de manera rápida conforme a su demanda o sus picos de producción.